Los enfrentamientos en la propia gestión de la Universidad Nacional de La Rioja se intensifican tras el apartamiento de “Marita” Corzo al frente de la Obra Social de la Casa de Estudios (OSUNLaR) y de los directivos del Colegio Preuniversitario “General San Martín”.

En la jornada de este miércoles, la Vicerrectora presentó una denuncia dirigida al Rector Daniel Quiroga al considerarlo “solidariamente responsable de cualquier daño a la institución (por la obra social), a sus funcionarios y empleados y a los afiliados”.

En la misma presentación, insta a la presidenta designada en sesión del Consejo Directivo de OSUNLaR del pasado viernes, Ana Laura Toro, al “cese inmediato de sus atribuciones”.

Dicha denuncia alcanza además a la síndica Liliana Ortiz Fonzalida “por las acusaciones calumniosas y difamantes” a las que la Vicerrectora considera que fue expuesta.

Por último, Corzo exhorta a Quiroga “al ejercicio de sus funciones de control y fiscalización de la obra social de la UNLaR respetando su autonomía e independencia, especialmente respetando” su “rol como presidente absteniéndose de permitir que personas sin legitimación se atribuyan el carácter de presidente suplente que no tienen”.

Tras la presentación, el Rector instruyó al secretario de Legal y Técnica de la Casa de Estudios, Gastón Portugal, para que “proceda según las normas vigentes”.

Justamente, para esta jornada se había anunciado la continuidad –tras cuarto intermedio- de la sesión del Consejo Directivo del pasado viernes, la cual no pudo concretarse por falta de quórum.

Cabe recordar que, en dicha oportunidad, el CD de la obra social resolvió remover a “Marita” Corzo, luego de un informe elevado al Consejo Superior de la UNLaR por la síndica Liliana Ortiz Fonzaliza.

En el informe se manifestaron presuntas irregularidades en varios procedimientos administrativos y manejo financiero dentro de la obra social, por ejemplo, el otorgamiento de becas (de montos excesivos) por parte de la presidencia, con incumplimientos en los requisitos exigidos para obtenerlas.

Por otra parte, en el inicio de la sesión se hicieron presentes más de 30 trabajadores y trabajadoras de la obra social, quienes venían realizando reiteradas denuncias tanto internas como en el gremio que los representa, por la situación hostil y de violencia sufrida por parte de la presidenta.

Al respecto, plantearon acusaciones tales como amenazas de apercibimiento, cambio en sus lugares de trabajo, Mobbing laboral, quita de funciones, modificación en el cambio de la estructura orgánica, manejo en áreas de dirección por personal que reviste apenas él carácter de becarios, entre otras.

FUENTE: EL PÉNDULO